martes, 7 de junio de 2016

PS OBREROS DE CRISTO

por: Isabel marulanda

Fecha: 04/06/2016
hora: 19:20 pm


Reseña historia obreros de cristo: Primero el barrio más importante para La Ceja, después el más temido, hoy es solo un lugar olvidado por todos aquellos que un día gozaron de sus placeres y de todos sus beneficios; este es Palenque.

En la década de los sesenta y en el municipio de La Ceja (Antioquia), Palenque era el único lugar en el que los hombres podían salirse de los parámetros moralistas del pueblo y tomarse unas cervezas, perder su virginidad o pasar una noche con cualquiera de las prostitutas. Palenque era toda una zona de tolerancia, una alternativa para los hombres que gozaban teniendo sexo y emborrachándose hasta altas horas de la noche.

A Palenque iban hombres casados, bachilleres y hasta los políticos del pueblo, todos disfrutaban del alcohol tanto como de la “Chimba de Oro”, la “Mano de Hombre”, “Berta Chula”, “La Nana”, “La Ñata” y todas las prostitutas, algunas traídas desde Medellín, que esperaban en los bares para hacerse a la cuota diaria de subsistencia.

Una prostituta de Palenque cobraba, en promedio, en los sesenta, cuatro pesos por “polvo”, a excepción de “Chimba de Oro”, ella cobraba siete pesos porque era la más pretendida de todas, de cabello largo, rubio y ojos claros; era tan buscada que “Cheché Rodas”, el dueño de cuatro de los bares y uno de los encargados de conseguir prostitutas nuevas, le había regalado una moto para que se dedicara a hacer “domicilios”.

Palenque como lo recuerda Rubén Valencia, fue la zona que se necesitaba para despertar al pueblo y comenzar una nueva era. “Yo pienso que Palenque fue como ese punto dinámico que le dio un vuelco a este pueblo, despertó nuevas cosas en nosotros los hombres y representó un reto para las mujeres porque nos gustaba ir allá”, expresa Rubén Valencia, que desde hace mucho tiempo se ha interesado por la historia de este barrio, mientras reconoce que a sus 17 años frecuentaba esa zona con sus amigos para divertirse.

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